Los sistemas de flotación por aire disuelto (DAF) eliminan sólidos en suspensión, grasas, aceites y compuestos orgánicos no solubles mediante un proceso de disolución del aire en agua bajo presión. El proceso comienza con el agua que se va a tratar entrando al DAF a través de una caja de ingreso la cual reduce la velocidad y distribuye el agua a lo largo del equipo.
Para optimizar el tratamiento, la caja de ingreso del caudal está diseñada con múltiples puntos en los que se inyectan aguas blancas, una mezcla de flujo de aire presurizado altamente saturado con efluente del DAF, y floculante, cuando corresponda. Las aguas residuales luego ingresan a la zona de flotación y las micro burbujas del agua blanca se adhieren a la superficie de la partícula y afectan la densidad de la partícula, causando que los sólidos suspendidos floten a la superficie del DAF donde son separados a la tolva de lodos por un sistema de rastrillo en cadena.
Las aguas residuales tratadas se eliminan continuamente en varios puntos dentro del DAF y se descargan sobre tuberías de vertederos a una cámara de efluentes. A partir de ahí, fluye al exterior del DAF.
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